sábado, 19 de septiembre de 2020

 

La pandemia y la discriminación racial contra afro descendientes

“La pandemia nos recuerda que el mundo es cada vez más pequeño, que nadie es inmune a las desigualdades y que aún existe la discriminación racial” Pastor Murillo

 

Discriminación racial estructural

En 2018 un estudio del Banco Mundial sobre la población afro; entre otras cosas, indicaba que

“La población afro descendiente tiene niveles significativamente más bajos de escolaridad en la mayoría de los países. En promedio, alrededor de 64 % de los miembros de hogares afro descendientes han completado la educación primaria, frente al 83 % de la población no afro descendiente. Para niveles más altos, solo 30 % ha terminado la educación secundaria (frente al 46 %) y 5 % ha completado la educación terciaria o más (frente al 14 %)”

El panorama en salud no es mejor; en efecto, los afro descendientes suelen tener mayor prevalencia de enfermedades con desenlaces fatales: hipertensión, diabetes, problemas cardíacos, obesidad, anemia falciforme y asma, entre otras. No se trata de una condición genética; sus causas están en las variables sociales que definen el acceso a los servicios de salud y hunden sus raíces en el racismo.

La COVID-19 tiene color

Como consecuencia de las disparidades en salud, la COVID-19 está afectando de manera desproporcionada a los afro descendientes. Ellos suelen tener menos seguros de salud, menores ingresos y ahorros; además, están sobrerrepresentados en el sector de los servicios personales, disminuyendo así sus posibilidades de practicar el aislamiento.

Están obligados a realizar el trabajo duro mientras que los demás se quedan en casa. Tales circunstancias son comunes en muchos países; pero, gracias a la disponibilidad de información estadística, las alarmas se han encendido en Estados Unidos; este país registra el mayor número de muertes en el mundo. Brasil, por su parte, se consolida como el epicentro de la pandemia, con impacto desproporcionado entre afro descendientes e indígenas. En algunos países de Europa la situación tampoco es favorable.

El caso de Estados Unidos

A comienzos de abril y a partir de los datos oficiales de 38 de los 50 Estados, se constató que el número de muertes de este grupo correspondió al 21 % del total nacional.

En algunas zonas, el número de contagios registrados fue tres veces más alto que entre los blancos; el número de muertes, seis veces mayor. Estas son algunas de las cifras locales:

  • Louisiana —con apenas un 32 % de población afrodescendiente— registró un 70 % de víctimas de COVID-19;
  • Washington D.C. —con 46% de población afro— arrojó cerca del 60 % de muertes;
  • En Milwaukee representan el 70 % de los muertos, aunque sean solo el 26 % de la población;
  • En Michigan, 40 % de los muertos son afro, pero solo son el 14 % de la población;
  • Chicago, 72 % de los muertos versus el 30 % de la población

 

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