La pandemia y la
discriminación racial contra afro descendientes
“La pandemia nos
recuerda que el mundo es cada vez más pequeño, que nadie es inmune a las
desigualdades y que aún existe la discriminación racial” Pastor Murillo
Discriminación racial estructural
En 2018 un estudio
del Banco Mundial sobre la población afro; entre otras cosas, indicaba que
“La población afro
descendiente tiene niveles significativamente más bajos de escolaridad en la
mayoría de los países. En promedio, alrededor de 64 % de los miembros de
hogares afro descendientes han completado la educación primaria, frente al 83 %
de la población no afro descendiente. Para niveles más altos, solo 30 % ha
terminado la educación secundaria (frente al 46 %) y 5 % ha completado la
educación terciaria o más (frente al 14 %)”
El panorama en salud
no es mejor; en efecto, los afro descendientes suelen tener mayor prevalencia
de enfermedades con desenlaces fatales: hipertensión, diabetes, problemas
cardíacos, obesidad, anemia falciforme y asma, entre otras. No se trata de una
condición genética; sus causas están en las variables sociales que definen el
acceso a los servicios de salud y hunden sus raíces en el racismo.
La COVID-19 tiene color
Como consecuencia de
las disparidades en salud, la COVID-19 está afectando de manera
desproporcionada a los afro descendientes. Ellos suelen tener menos seguros de
salud, menores ingresos y ahorros; además, están sobrerrepresentados en el
sector de los servicios personales, disminuyendo así sus posibilidades de
practicar el aislamiento.
Están obligados a
realizar el trabajo duro mientras que los demás se quedan en casa. Tales
circunstancias son comunes en muchos países; pero, gracias a la disponibilidad
de información estadística, las alarmas se han encendido en Estados Unidos;
este país registra el mayor número de muertes en el mundo. Brasil, por su
parte, se consolida como el epicentro de la pandemia, con impacto
desproporcionado entre afro descendientes e indígenas. En algunos países de
Europa la situación tampoco es favorable.
El caso de Estados Unidos
A comienzos de abril
y a partir de los datos oficiales de 38 de los 50 Estados, se constató que el
número de muertes de este grupo correspondió al 21 % del total nacional.
En algunas zonas, el
número de contagios registrados fue tres veces más alto que entre los blancos;
el número de muertes, seis veces mayor. Estas son algunas de las cifras
locales:
- Louisiana —con apenas un 32 % de
población afrodescendiente— registró un 70 % de víctimas de COVID-19;
- Washington D.C. —con 46% de población
afro— arrojó cerca del 60 % de muertes;
- En Milwaukee representan el 70 % de los
muertos, aunque sean solo el 26 % de la población;
- En Michigan, 40 % de los muertos son
afro, pero solo son el 14 % de la población;
- Chicago, 72 % de los muertos versus el
30 % de la población
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